Salud mental en contextos de crisis y emergencias humanitarias

Las crisis humanitarias, ya sean por conflictos armados o desastres naturales, dejan profundas secuelas psicológicas en las poblaciones afectadas. En este día, reconocemos la importancia de integrar la salud mental en la respuesta humanitaria.

Impacto psicológico de las emergencias

Exponerse a eventos traumáticos como pérdida de seres queridos, desplazamiento forzado o violencia tiene consecuencias profundas en la salud mental.

Estrés traumático y trastornos asociados

Es común la aparición de trastorno de estrés postraumático (TEPT), depresión, ansiedad y duelos complicados entre sobrevivientes de crisis humanitarias.

Vulnerabilidad específica de grupos

Niños, mujeres, personas mayores y aquellos con condiciones preexistentes de salud mental son particularmente vulnerables y requieren atención especializada.

Atención psicosocial en terreno

La asistencia humanitaria va más allá de proveer alimento, agua y refugio; debe incluir apoyo psicosocial desde las primeras fases de la emergencia.

Primeros auxilios psicológicos

Estas intervenciones tempranas buscan reducir el distress inicial, estabilizar a las personas afectadas y conectarles con recursos de apoyo adicionales.

Espacios amigos de la infancia

En contextos de crisis, crear espacios seguros donde los niños puedan jugar, socializar y recibir apoyo psicosocial es crucial para su recuperación emocional.

Desafíos y sostenibilidad de la ayuda

La atención en salud mental en emergencias enfrenta barreras específicas que requieren abordajes innovadores.

Estigmatización y barreras culturales

En muchas culturas, el estigma alrededor de los problemas de salud mental impide que las personas busquen ayuda, requiriendo enfoques culturalmente sensibles.

Fortalecimiento de sistemas locales

La respuesta más efectiva a largo plazo implica capacitar a trabajadores de salud locales en atención básica en salud mental, asegurando la sostenibilidad de la ayuda más alla a la emergencia inmediata.